Las albóndigas caseras, un plato muy típico

Si te estás preguntando dónde comer en El Pardo unas ricas albóndigas, visita nuestro restaurante. ¿Sabías que este delicioso alimento se puede preparar de mil maneras diferentes? La mayoría de las recetas incluyen una salsa para acompañar, aunque también se pueden hacer rellenas de queso, con huevo de codorniz, vegetarianas, etc.

¿Cuál es su origen?

Las primeras recetas de albóndigas que se conocen nos llevan hasta la Roma imperial. En aquella época, se elaboraban a base de carne de vacuno, pollo, pavo real, conejo o cerdo. La masa se picaba finamente y se mezclaba con miga de pan leudo humedecido y diversas especias.

El proceso de elaboración era relativamente sencillo, ya que solo había que hervirlas en agua salada, y a veces especiada, hasta que se volvían tiernas. Otra forma de elaboración consistía en añadir un embutido de tripa de cerdo a las albóndigas.

En la España de los siglos XII y XIII, las albóndigas eran ya uno de los platos más tradicionales. Pero, curiosamente, entre las clases populares las albóndigas se compraban ya hechas o fritas en el mercado.

Si se preparaban en casa, la receta más habitual consistía en albóndigas hechas con carne picada, especiadas, mezcladas con clara de huevo, moldeadas en moldes de madera y hervidas luego con agua salada. También se le solía añadir ajo frito y una salsa elaborada con el aceite, vinagre, ajo y huevo batido.

Ya en el siglo XIX, las recetas de albóndigas caseras incluyen pan rallado, perejil y pimiento. Una elaboración que se asemeja un poco más a las recetas actuales.